Cariño, respuestas, un asterisco, una banda sonora para mi vida, un acompañante, alguien con quien jugar al dominó, un abrazo infinito, un reloj sin horas, una playa para perderme, un escondite para el invierno, una puesta de sol naranja, una caja para meter mis recuerdos, un corazón sano, tiritas para cada golpe, una cura para el sufrimiento mal sentido, una hoguera en la que quemar fotos, amor sincero, honestidad, puentes para cruzar mis lagunas mentales, aleteos de mariposas rojas, un muelle, unas manos intentando tocar el cielo, un frasco de felicidad con abre fácil, un cielo con estrellas fugaces, una historia que contar, cuentos que escribir, pastillas para soñar, mi falsa mitad, un diamante color rosa, mi inocencia perdida, mi corazón convertido en un pedazo de hielo, mi pasado robado, mi voz muda, mis latidos, un jardín, una piruleta, una cama de la que nunca despertar, una isla desierta llena de lacasitos, esa sensación, llegar a un corazón, una canción más que profunda, una mirada que quite el habla, un espejo en el que volver a encontrar mi reflejo, algo para leer, alguien que comprenda, mi mirada al horizonte, mariposas en la tripa, mi otro yo, tú alrededor, un silencio que diga todo, mi camino, volver a levantarme, parar en un momento el tiempo, una flor en un jarrón, una orilla para pasear, una ola mojando mi boca, busco la vida y que tu estes en ella.
El fino hilo que me ata a tí. Inapreciable a cualquier ojo. Invisible incluso mirado al microscopio. Puede que inexistente, no lo descartemos. Es un conductor delicioso de la electricidad.
Algunas veces se me acelera el pulso. Y la descarga me sacude. Eres tú tironeando desde tu lado. Obligándome a comprender lo incomprensible de intuir, casi de entender.
Algunas veces se me acelera el pulso. Y la descarga me sacude. Eres tú tironeando desde tu lado. Obligándome a comprender lo incomprensible de intuir, casi de entender.
Ríete sin ataduras.
Una sonrisa valiente, una carcajada limpia en el aire... echo de menos esos días en los que te reías simplemente por una parida... esas son las carcajadas de las buenas...una carcajada de esas en la que no puedes respirar... el estómago vive una sensación de cosquilleo y casi lloras... Será por la emoción de saber que no estás sola, que estás con los tuyos, esas personas que simplemente con una mirada te hacen sentir viva y feliz.
Quiero reírme contigo, con ellos, con nosotros. Porque hace tiempo que no nos reímos de verdad, además porque te hecho demasiado de menos y nome río como antes.
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