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sonriisas =D

viernes, 14 de octubre de 2011

My hands longing to touch you

Pienso que un mismo tren no pasa dos veces en la vida,que no es posible levantarse todas las mañanas con el mismo puto pie derecho ni pienso que sea tan facil sonreir como dice la gente; pienso que en esta vida no todo es felicidad, pero hay cosas que merecen la pena;¿Y sabes? pienso que cuando pierdes algo es cuando realmente lo valoras, que lo mas dificil es querer a alguien y ser lo verdaderamente valiente para dejar que te quiera

sábado, 24 de septiembre de 2011

Hoy

Estoy segura, en las ciudades grandes se ve pasar el tiempo pero de puntillas. Por encima de las luces, de los tejados de las casas, por encima de los Lunes y de los Martes, de los días de fiesta.
Perdemos el norte la mayoría de las veces, perdemos el tren,  el autobús, y vemos salir aviones que parecen que no van a volver nunca.
No te vayas a dormir esperando encontrar lo que buscas si ni siquiera sabes lo que es. En esta ciudad, lo que es, casi nunca es lo que parece y lo bueno es, que todos seguimos respirando, y comiendo y andando como si nada, por mucho que se rompan los platos, se inunden las calles, o te vayas.  Yo solo quiero rozarte un Martes cualquiera y que te vuelvas a mirar y que luego cada uno siga su camino hasta que tengamos que encontrarnos. Lo leí una vez, tantos sitios a los que ir pero ninguno en los que quedarse. Subo, bajo, voy y vengo,  al final todo el mundo vuelve, dentro de unos años, no importa, porque voy a seguir siendo yo y tu vas a seguir siendo tu , incluso más.
 Seguro que también vas por los bares esperando encontrarte conmigo.
Una vez conocí a un chico que había decidido besar en todas partes menos en la boca, como el que decide fumar  solo Cammel en vez de Marlboro , o volver nunca más a un sitio. Es raro lo del tiempo, porque hace acostumbrarte a las cosas, a los gestos, pero al final, por mucho que pese, también te acostumbras a que la gente se vaya, y parece que todo se te escapa de las manos, si lo piensas, dan ganas de salir corriendo , pero así es como funciona todo, no? Eres joven hasta que no lo eres, quieres hasta que dejas de querer, lo intentas y lo intentas, hasta que al final lloras hasta que terminas riéndote a carcajadas, y mientras, claro, el mundo gira.
Tampoco espero encontrarte cuanto antes, solo quiero andar.  Sabes?  yo también hubiera visto 43 puestas de sol contigo, pero déjame que me pierda, que te use, encuéntrame antes  y a destiempo, es lo que mejor se nos da, nunca cuando tiene que ser.
En mis cuentos la princesa era feliz a ratos, pero comía siempre perdices, fuera o no fuera con un príncipe.
Deberían enseñar a reírse más en el colegio, deberían aprender a enseñar cómo se quiere para siempre, a no quedarse quieto si no se sabe a dónde ir. Deberías volver, voy a correr hacia atrás, como cuando rebobinas una frase que te gusta de cualquier película para escucharla otra vez, y voy a llorar tranquilamente comiendo palomitas si me da la gana. No pienso contar hasta 10 si quiero gritar.

lunes, 2 de mayo de 2011

Con más noches que la luna.

Creo que he llegado. Esto no es para mí. Edificios demasiado altos se mezclan con días de lluvia y miedos. No quiero que me piten los coches. Quiero salir sin saber a donde y llegar a donde esperaba. Que por estas calles te puedes encontrar de todo, de todo menos a ti mismo. Tardes largas andando por la capital, pensando en que quizás lo bonito esta por llegar, sin saber si servirá y sin saber si gustará. Pero eso da igual, no importa, lo importante es salir de esta rutina que te lleva a escribir sin saber que quieres ni poner.
La gente es feliz. La gente pasea, pasa por tus reflejos en el suelo de un día soleado y no saben tu nombre, no saben que haces ni como has acabado aquí. No importa, eres uno mas en medio de una multitud que entre cambios horarios y compras se comen la ciudad. Tú te comes la monotonía y las ganas de comerte el mundo. Pero sigues sin comerte nada. Sabes que aunque no sea tu lugar, alo mejor es su sitio y que llegaras a ser feliz en el. Pero cuesta. Miras por la ventana y ves a los coches con más o menos velocidad, pero yéndose lejos, quizás donde te gustaría irte a ti. Los edificios bajitos tienen más encanto y más historias, puedes ver tras sus ventanas e imaginarte la vida en ellas. Calles estrechas llenas de gente que te saluda sin conocerte o quizás te conocen más de lo que piensas. Pero es solo eso. Me agobia pensar que me agobio. Me agobia saber que me voy a cansar de todo esto y me agobia salir y no encontrar nada, pero sinceramente, aun no se que estoy buscando.

viernes, 11 de febrero de 2011

prefiero escuchar la lluvia

Hagamos una pausa. O no. Dame la mano. Un rato. Como si nada importara. Como si todo fuera importante. Prométeme cosas. Sé que no vas a cumplirlas. Sólo dame algo en lo que ilusionarme. Recuérdame que los muertos, también vivieron. Recuerdame que los vivos, también morirán. No me hagas dudar. Dame un motivo. Otro beso. Pero sobre todo, quítame la razón.

sábado, 22 de enero de 2011

como el mosquito más tonto de la manada

No me gusta correr, y a pesar de eso intento atraparte cada día. Duermo poco y mal. Me sienta bien el frío. Siempre echo de menos a todo quién me echa de más. He perdido muchas cosas, pero me gustan pensar que volverán de otra manera. A veces tengo celos, pero me pueden más los momentos que aún no han sucedido. Replico mucho en mi interior, pero aún más en el exterior. Puedo ser tan sincera como quiera, he decidido no esconderme. Me lleno fácilmente con todo lo que dicen, pero cuando se van no puedo dejar de gritar para vaciarme.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

tu mirada me hace grande

Hoy, dia especialmente 'especial', una mezcla de sentimientos bastante raros.
Y es que entre madrugones y cambios horarios, el tiempo pasa y yo trato de seguir por la línea recta. El tiempo de espera es eterno en paradas de metro. Todo sigue igual pero de forma distinta, lo cual termina siempre despistando. Desconecto del ruido de los telediarios, me disfrazo de gente corriente. Las monedas pueden cambiarse, las vidas no, aunque sean más caras. El verano se marchó sin despedirse y desde un balcón esperamos una lluvia que limpie las heridas, o que al menos consiga un empate, ahora que jugamos en distintos bandos...
Igual que un desayuno entre semana, o un recreo en el colegio. Una tormenta de verano, la felicidad de algunas noches, o tu voz en mi cabeza.
Tengo miedo a que todo sea fugaz. Despertar un día y volver a desandar todo lo andado. Olvidar lo aprendido. Quiero agarrarme a lo perdurable. Saber que todo se quedará. Cuando esté bien, claro. Que la felicidad vendrá para quedarse. Que no huya igual que un cobarde. No quiero más despedidas. Ya tuve suficiente. No quiero tener que volver a aceptar que no volveré a ver a alguien nunca más. Quiero que multen al tiempo por exceso de velocidad. Que algunos abrazos tengan duración indefinida.
No quiero más finales si no tienen pensado ser felices.
Y es que nos pasamos la mitad del día preocupándonos de cosas que, con certeza, nunca ocurrirán; y la otra mitad esperando a que la vida nos devuelva lo que esperamos o deseamos. La mayoría de las veces permanecemos inmóviles, esperando que se den las condiciones que creemos necesarias para actuar. Pero nadie te puede asegurar que ese momento llegará. Por tanto, si desfilamos por la vida esperando que los momentos buenos vengan a nosotros, puede que no lleguen. Cuanto menos, casi con total seguridad, no llegarán de la manera que lo deseamos.
Y es que a  veces hay que destruirlo todo para poder volver a construir. Morirse un poco, y volver a nacer. El insomnio lleva mi nombre. Es inevitable andar en la cuerda floja cruzando puentes que no hay forma de cruzar. Inevitable. Igual que los espejismos en medio del desierto. Cuando hay sed, sólo se puede pensar en agua. Cuando no estás, sólo se puede pensar en ti. Es inevitable. Ya lo sabes. Y es que hay tantas cosas que quisiera decirte a tí, exclusivamente. Ahora mismo. Y con ahora me refiero a hace un rato, a dentro de un rato. Pero no puedo. Me he inventado una manera. Un plan absurdo, un propósito idiota que quizá algún día quieras ver. Es bonito, por lo menos. Pero además no tengo que guardarme nada. Y eso me tranquiliza.
Porque puede que sigas teniendo un plan de encaje. Puede que ya hayas abortado la operación si es que alguna vez existió. Eso no lo sé. No está en mis manos ni va a estarlo nunca, desgraciadamente. Está entero en tus manos y debe ser así.
Pero hacer un plan mientras tu proyecto se desarrolla o se desintegra sí. Eso sí está en mis manos. Y es bonito. Y me gusta.

...y cuando besa, tiembla el suelo.

...y cuando besa, tiembla el suelo.
Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos.Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que no de por hecho que siempre voy a estar ahí, pero que tampoco lo dude. Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Que se pierda conmigo para después rescatarme de laberintos absurdos. Alguien que no pueda caminar por la calle sin cogerme de la mano. Que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Que esté loco por mí y no se olvide de decírmelo todos los días. Que no se acostumbre a mí y no deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que me mime por las mañanas, y por las tardes y también por las noches.Que me mire mientras duermo y me acaricie el pelo y me susurre al oído que me quiere.Que no tenga que perderme para saber que no puede vivir sin mí.









Necesito alguien que me planchee un poco y que limpie mi cabeza, que cocine guisos de madre postres de abuela y torres de caramelo, que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga hasta que se seque de problemas y me lleve... Y que esté en mi cama viernes y domingo para estar en su alma todos los demás días de mi vida y que me quiera cuando estoy cuando me voy, cuando me fui y que sepa servir el té, besarme después y echar a reír Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir y que no le importe mi ropa si total me voy a desvestir..